Las instituciones museísticas han de revisar el modo en que hasta ahora se han relacionado con sus usuarios y las posibilidades de actuación, limitadas, que hasta ahora le han ofrecido. Y han de hacerlo apoyándose en las posibilidades participativas y colaborativas de la web social. La integración del usuario en el proceso de creación es el gran reto.
A raíz del podcast The Future of Museum, del que ya hablábamos el otro día, he seguido pensando en torno a la idea de la oportunidad/necesidad de adaptación que para los museos supone el fenómeno que se está desarrollando bajo la etiqueta de web social.
Resulta evidente que si se están produciendo importantes cambios en los patrones de comportamiento de los individuos, los museos han de ser permeables a los mismos, han de estudiarlos, analizarlos y extraer conclusiones que les permitan abordar un proceso de adaptación que cada día que pasa se muestra más necesario.
El reto está en incorporar a los procesos y sistemáticas de trabajo existentes en el museo, esos nuevos procesos que le permitan acercarse a una nueva realidad, en la que el individuo exige desarrollar un papel diferente al pasivo que respecto a la institución museística ha tenido hasta ahora. Si el fenómeno de los social-media han despertado en el individo el deseo de adoptar el protagonismo, de ser el constructor de sus propias experiencias y si herramientas como flickr, youtube, delicous, etc, le han permitido satisfacer ese deseo… la institución museística no puede quedarse impasible y ha de generar los procesos que permitan que el sujeto participe de la creación de sus propias experiencias.
Y no sólo estamos hablando ya de la interacción con la obra, o de las posibilidades, a las que hacíamos referencia en anteriores posts, que ofrecen por ejemplo los blogs o flickr desde el punto de vista de hacer pública la experiencia vivida por el individuo en la visita al museo, y que esa publicación pueda servir de contextualización para otros visitantes…
Estamos hablando de la oportunidad que la tecnología ofrece actualmente al museo para mostrarse como un espacio social en el que el individuo tiene su propio ámbito de particiación en el proceso de creación. La oportunidad del museo de innovar en torno al abordaje y la exploración de los problemas contemporáneos en colaboración con sus audiencias es tremenda.
Los usuarios posiblemente tienen mucho que decir y aportar en los procesos de investigación previos al diseño de una exposción. ¿Porqué privarles de esa experiencia? ¿Y porqué privar al museo del enriquecimiento y el valor añadido que esas aportaciones pueden tener? El usuario, gracias a las nuevas tecnologías, se encuentra ya perfectamente capacitado para colaborar con el museo en los procesos creativos y de diseño de sus contenidos. El reto del museo es generar los mecanismos que permitan ubicar esos nuevos procesos de trabajo en las sistemáticas ya existentes. Con los cambios de mentalidad y de roles en su personal que ello requiere.
Una experiencia interesante en este sentido es la que se está desarrollando en el National Museum in Camberra, en el que a través de las posibilidades comunicativas y participativas de la red, se está trabajando con los usuaros en la fase de investigación previa a una exposción a inaugurar en 2010 sobre la historia de los irlandes en Australia.
Otro ejemplo de espacio colaborativo sería el site «water-smart home«, espacio de debate y aprendizaje desarrollado por el Museum Victoria de Australia, en torno al problema de la gestión de escasez de agua, su reutilización y el control de su consumo.
Una última cuestión, que dejamos para su reflexión otro día. En este nuevo escenario que proponemos, el papel de la comunicación crece, adquiere tientes de protagonismo, hasta el punto de diluirse en el propio concepto de creación. La comunicación no desarrollaría ya una simple función de difusión, sino que se convertiría en el medio facilitador de esa integración del individuo en la institución que estamos reclamando, y por tanto en elemento facilitador de la producción de contenidos. La comunicación como creación.
Actualización. Otras experiencias de creación colaborativa en el contexto expositivo:
NeoMuseos 